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Las Aves de Cali Desde Mi Ventana: Un Viaje de Descubrimiento de Nuestra Avifauna Urbana.

Por: Francisco López Machado

Biólogo y Fotógrafo de la Naturaleza

Febrero de 2023


Desde que empecé como fotógrafo macro y de naturaleza, en el año 2010, siempre supe que en algún momento tendría que encontrarme con la fotografía de aves. Dediqué todos estos años a la fotografía macro de insectos y orquídeas, además de algunas otras aplicaciones como Numismática, con la fotografía de monedas. Pero sabía que tarde o temprano tendría que encontrarme con las aves.


La oportunidad se presentó justo cuando terminó el confinamiento por la pandemia de COVID-19. En ese momento y por la necesidad de estar aislados, tuve que valerme de trucos para atraer a los insectos a mi casa, ya que no podía salir a buscarlos. Esa magnífica experiencia me demostró que la diversidad y riqueza de seres vivos en entornos urbanos es mucho más grande de lo que uno cree, y que no es difícil proveerles recursos para atraerlos y volverlos visitantes cotidianos de nuestro entorno.


Lo que empezó con insectos en el jardín de mi casa, en el barrio el Ingenio, al sur de Cali, continuó con las aves y vinculó al resto de mi familia. Empezamos a ver una pareja de turpiales amarillos o Icterus nigrogularis que todos los días pasaban por el jardín buscando alimento (figura 1). No me había percatado de su presencia, a pesar de lo ruidosos que son. Mi conocimiento de las aves urbanas no iba más allá de los grupos más conocidos. Entonces me di cuenta de que no podía seguir así. Si había descubierto la riqueza de polinizadores como las abejas y mariposas, de seguro habría algo que descubrir con las aves. ¡No me equivoqué!


Lo primero fue buscar la forma de atraerlas. Ya en el jardín mi madre desde tiempo atrás les dejaba un plato de cerámica con agua para que tomaran y se dieran un baño. Allí vi llegar a las Tortolita Común Columbina talpacoti (figura 2a) y la Torcaza Nagüiblanca Zenaida auriculata (Figura 2b), la Mirla Ollera Turdus ignobilis, (figura 3) y ocasionalmente unos azulejos comunes Thraupis episcopus (figura 4). Como para las abejas y mariposas habíamos sembrado verbenas de la especie Stachytarpheta cayennsis (figura 5) resultó que esta planta es muy atractiva para los colibríes, por lo que era muy común ver el Amazilia Coliazul Saucerottia saucerottei (figura 5), y el Amazilia Colirrufo Amazilia tzacatl alimentándose de ella (figura 6).



Figura 1. Turpial Amarillo o Icterus nigrogularis. haciendo piruetas antes de bajar a comer su racion de platano.



Figura 2a. Tortolita común o Columbina talpacoti, perchada sobre una cuerda de teléfono.



Figura 2b. Torcaza Nagüiblanca o Zenaida auriculata, perchada sobre la reja del jardín esperando que le sirvan el alpiste.



Figura 3. Mirla común o Turdus ignobilis, esperando su turno para bajar a comer.



Figura 4. Azulejo común o Thraupis episcopus, en una de las perchas colocada para facilitar la observación de las aves.



Figura 5. Colibrí coliazul o Saucerottia saucerottei alimentándose de una verbena Stachytarpheta cayennensis.



Figura 6. Colibrí coliruffo, Amazilia tzacalt acercándose a uno de los bebederos.



Después de esto, y viendo la necesidad de llevar un buen registro, decidimos construir un comedero con las ramas de un árbol que podaron en un parque cerca de la casa. No queríamos nada hecho con materiales artificiales, a excepción de un bebedero para colibríes, que fue necesario instalar por la pérdida de las lantanas debido a una sobrepoblación de escarabajos, que dieron buena cuenta de ellas.


Luego de suministrarles banano, plátano bien maduro, y papaya, el número de visitantes fue aumentando día tras día, semana tras semana a medida que avanzaba el año. Para enero de 2023, un año después, tenemos registradas para nuestro jardín, un total de 31 especies de aves diferentes. Desde las más comunes que vienen todos los días, hasta algunas que hemos visto una sola vez. Un ave que ya en años anteriores habíamos visto, reapareció en el jardín, la Tángara Rastrojera o Stilpnia vitriolina (figura 7).




Figura 7. Tangara Rastrojera o Stilpnia vitriolina, lista para bajar a comer.




Entre las especies que empezamos a ver y que no eran comunes, encontramos algunas que solamente habíamos visto en los sitios de observación de aves en Pance o en el kilómetro 18, cómo es el caso de la Eufonia Gorgiamarilla, Euphonia laniirostris (figura 8) o el Saltador Pío-Judío, Saltator striatipectus (figura 9). No teníamos idea de que las podríamos encontrar acá abajo en la ciudad, por lo que fue una grata sorpresa verlas llegar al comedero en nuestro jardín.




Figura 8. del Eufonia gorgiamarilla, Euphonia laniirostris, un poco esquiva al principio, después ganó confianza para comer tranquilamente junto con la hembra y un macho juvenil.




Figura 9. Saltador Pio-Judío o Saltator striatipectus, visitante ocasional de nuestro jardín.



Uno de los visitantes más asiduos, pero que curiosamente no venía por alimento, es el Pintasilgo Güira Hemithraupis guira (figura 10 a y 10 b). Solo viene a bañarse en el plato de cerámica. Tiene un comportamiento muy curioso. Llega, se percha en alguna de las ramas del jardín, baja rápidamente, se da un par de chapuzones y se va. Pasados tres o cuatro minutos regresa, repite su rutina y ahora si se va definitivamente. En una oportunidad lo vimos hacer esa misma rutina junto con la hembra. Pero nunca lo vimos alimentarse de los bebederos, ni de la fruta de los comederos.




Figura 10 a. Pintasilgo Güira Hemithraupis guira macho.




Figura 10 b. Pintasilgo Güira Hemithraupis guira hembra.


Con el tiempo empezaron a llegar otras especies que no eran conocidas para nosotros. Inclusive hubo algunas que vinieron solamente una o dos veces en todo el año. No podemos asegurar que no hayan venido otras veces, pero al menos, el tiempo que dedicamos a observarlas, no las vimos más. Entre estas están las dos reinitas, la reinita tropical, Setophaga pitiayumi (figura 11), y la reinita amarilla, Setophaga petechia (figura 12).




Figura 11. Reinita Tropical o Setophaga pitiayumi sobre una de las perchas ubicadas en el jardín.



Figura 12. Reinita Amarilla o Setophaga petechia, alistándose para darse un baño.




Hacia el mes de octubre, empezaron a llegar algunas especies migratorias, cómo la Piranga Roja, Pyranga rubra (figura 11). En un principio pensamos que se trataba de una pareja hembra y macho, este último de un color rojo escarlata hermoso y la hembra es amarillo mostaza. Sin embargo, resultó que la que creíamos una hembra, era un macho juvenil y desde que llegó a finales de noviembre y durante los dos meses siguientes, pudimos apreciar los cambios de coloración de su plumaje lo cual fue una experiencia increíble (figuras 13 y 14).



Figura 13. Piranga Roja o Pyranga rubra macho, muy esquivo y atento a todo lo que pasa en su entorno.




Figura 14. Piranga Roja o Pyranga rubra, macho juvenil, tal como llegó a finales de noviembre.




Figura 15. Piranga Roja o Pyranga rubra, macho juvenil, mostrando el cambio de plumaje a finales de enero del 2023.



Uno de los grandes aprendizajes que nos ha dejado esta experiencia de más de dos años fue poder darnos cuenta de que para disfrutar de las aves de nuestra ciudad, no es necesario hacer un esfuerzo muy grande. Basta con brindarles los espacios necesarios, así sean pequeños, brindarles agua, una alimentación adecuada, y mantener las mascotas a una prudente distancia, para poder disfrutar de su compañía. Invitamos a todos los que quieran disfrutar de las aves de Santiago de Cali, que repitan esta experiencia. No se van a arrepentir, y de paso, estaremos fomentando el conocimiento, disfrute y protección de nuestras bellas aves.

 

En nuestro caso en particular, hemos logrado registrar hasta la fecha (abril de 2024) 41 especies diferentes, siendo la ultima el Batará Carcajada o Thamnophilus multistriatus (Figura 16), una especie que añade no solo diversidad sino también una pincelada de misterio a nuestro oasis verde.Pueda que en otras zonas de la ciudad este número sea mayor, por ejemplo, en las zonas de Pance, las laderas del Cerro de las 3 Cruces o Cristo Rey, y que en otras zonas el numero sea menor, pero vale la pena darnos la oportunidad de disfrutar de estos maravillosos seres emplumados.



Figura 16. Hembra de Batará Carcajada o Thamnophilus multistriatus, posada sobre las ramas del Guayacán de nuestro jardín.

 


Nota Final: Mientras que la fotografía de aves ofrece una ventana única para capturar y compartir la belleza de estos seres alados, es importante recalcar que la simple observación de aves es una actividad igualmente enriquecedora y accesible para todos. No se necesita una cámara sofisticada para disfrutar del canto de un turpial amarillo al amanecer o del vuelo elegante de una tortolita común en el atardecer. La observación de aves nos invita a detenernos, mirar y escuchar; a conectarnos con el presente y apreciar los pequeños detalles de la naturaleza que nos rodea.


Lo podemos ver inclusive como una práctica de mindfulness al aire libre, donde el único equipo realmente necesario es nuestra atención y curiosidad. Por supuesto, un par de binoculares puede enriquecer la experiencia, permitiéndonos acercarnos a estas criaturas sin salir de nuestro lugar de observación. Pero, en esencia, disfrutar de la avifauna urbana es una experiencia que está al alcance de todos, independientemente de los gadgets que poseamos. Así que te invito a abrir tu ventana, o dar un paseo por tu jardín o parque más cercano, y simplemente observar. Te sorprenderá la diversidad de aves que comparten nuestro espacio urbano y las lecciones que pueden enseñarnos sobre adaptabilidad, supervivencia y la belleza de la vida cotidiana.


Glosario:

  • Avifauna: Conjunto de especies de aves presentes en una región geográfica determinada.

  • Biodiversidad: Variedad de vida en la tierra, incluyendo la variedad de especies, genética y ecosistemas.

  • Ecosistema: Comunidad de seres vivos interactuando con su entorno físico.

  • Especie endémica: Especies que se encuentran naturalmente solo en una ubicación geográfica específica.

  • Fotografía macro: Técnica fotográfica que captura objetos muy pequeños en escala grande.

  • Numismática: Estudio y coleccionismo de monedas y medallas.

  • Observación de aves: Actividad de observar aves en su hábitat natural como un pasatiempo o para fines científicos.

  • Polinizadores: Animales que transportan polen de una flor a otra, ayudando a las plantas a reproducirse.

  • Taxonomía: Ciencia de clasificar y nombrar organismos.

  • Urbanización: Expansión de las ciudades y el desarrollo de terrenos para el crecimiento urbano.




LISTADO AVES DEL JARDIN CASA EL INGENIO Abril 2024
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Mas abajo encontraran algunas fotografías adicionales de otras de las aves que estuvieron visitando nuestro jardín durante este último año y que están en el listado compartido.



Figura 17. Mielero común o Coereba flaveola, listo para tomar un baño.




Figura 18. El inconfundible Bihofué Griton o Pitangus sulphuratus , muy imponente en su percha.




Figura 19. La bullosa Suelda Crestinegra o Myiozetetes cayanensis, aunque no se alimentaba no dejaba de venir a bañarse todos los dias.






Figura 20. Un Trepatroncos Campestre o Lepidocolaptes souleyetii, visitante de todos los dias, algunas veces haciendo ronda por la cornisa de la casa en busca de insectos., otras veces en los troncos y ramas de los arboles del jardín.




Figura 21. El primo poco conocido del Azulejo Común, el Azulejo Palmero o Thraupis palmarum. Si es correcto, no es azul, es verde oliva y gris.




Figura 22. Espiguero Capuchino o Sporophila nigricollis macho, otro visitante esporadico de nuestro jardín.







Figura 23. Un juvenil de Sicalis Coronado o Sicalis flavola, arriba, perchado sobre una cueda telefónica, abajo. perchado sobre una de las ramas de los comederos.






Figura 24. Un hermoso y bulloso Carpintero Habado o Melanerpes rubricapillus esperando su turno para alimentarse.







Figura 25. Un espectacular Gavilán Caminero o Rupornis magnirostris visitante ocasional, vigilando todo su entorno en busca de una torcaza descuidada.



Figura 26. Una Torcaza Común, un Sicalis Coronado y una Torcaza Nagüiblanca compartiendo la hora del baño.



Figura 27. 𝑻𝒚𝒓𝒂𝒏𝒏𝒖𝒔 𝒎𝒆𝒍𝒂𝒏𝒄𝒉𝒐𝒍𝒊𝒄𝒖𝒔 o Sirirí Común, posado en la percha del jardín. Esta es una de las aves más reconocibles y caracteristica de nuestra ciudad, Santiago de Cali. Famoso por su agresividad para defender su territorio contra aves mucho mayores, como el Rupornis magnirostris o el 𝑫𝒂𝒑𝒕𝒓𝒊𝒖𝒔 𝒄𝒉𝒊𝒎𝒂𝒄𝒉𝒊𝒎𝒂.



Figura 28. 𝑬𝒍𝒂𝒆𝒏𝒊𝒂 𝒇𝒍𝒂𝒗𝒐𝒈𝒂𝒔𝒕𝒆𝒓 posada en la cuerda del teléfono, luego de comer los frutos de un arbusto de coca.



Figura 29. 𝑻𝒓𝒐𝒈𝒍𝒐𝒅𝒚𝒕𝒆𝒔 𝒂𝒆𝒅𝒐𝒏 en su ronda matutina por el guayabo y la parra.



Figura 30. 𝑴𝒊𝒍𝒗𝒂𝒈𝒐 𝒄𝒉𝒊𝒎𝒂𝒄𝒉𝒊𝒎𝒂 (ahora nombrado 𝑫𝒂𝒑𝒕𝒓𝒊𝒖𝒔 𝒄𝒉𝒊𝒎𝒂𝒄𝒉𝒊𝒎𝒂) en el muro de mi vecino buscando carroña para alimentarse.



Figura 31. De nuevo un hermoso y bulloso Carpintero Habado o Melanerpes rubricapillus mirándome fijamente a través de mi ventana.



Figura 32. El esquivo Tiranuelo Coronado o Tyrannulus elatus en una rama del Guayacán.



Figura 33. El Carpintero Buchipecoso o Colaptes punticgula, antes bastante común en la zona, hoy mas difícil de ver.




Figura 34. el enigmático Bienparado Común o Nyctibius griseus, al fin se dejo ver muy bien perchado en una rama del Guayacán.



Figura 35. la Espatulilla Común Todirostrum cinereum, uno de los miembros mas pequeños de la Familia Tyrannidae. Fue una de las ultimas especies en aparecer en el jardín.



Figura 36. Chamón Parasitico o Molothrus bonariensis macho, una especie poco frecuente por esta aprte d ela ciudad, pero que ocasionalmente aparece y se alimentan junto con las torzacas.



Figura 37. Lora comun o Amazona ochrocephala, visitante asidua todas las mañanas de nuestro arbol de guayaba.





Guacamaya Cariseca o Ara severus, otra bullosa visitante matutina de nuestro arbol de guayaba.

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